Soy uno de los miembros de eso que tantos se empeñan en denominar como "la generación perdida", sí sí, ya sabe, no os hagáis los remolones, que sabéis tan bien como todos los que lean los periódicos o vean le tele que nada más que nos dedicamos a entrar a Internet a perder el tiempo vilmente, los vagos que no quieren trabajar, a los que se les caen los anillos por tener que realizar labores por debajo de nuestra cualificación académica. Que por cierto, dicha educación se encuentra sobrevalorada porque, como todo el mundo sabe, esta generación ha contado con la peor formación que cualquier otra de este siglo, ¡dónde va a parar! Nada, nada, a la mili teníamos que ir, así por lo menos aprenderíamo obediencia y buenos modales, que nos ha faltado mano dura, una mano dura que nos ha llevado a estudiar tan poco como un título superior y dos idiomas a la mayoría, ¡qué desperdicio! ¿Y qué es eso de dedicarse al periodismo, la historia,el arte o la filología? Para eso es mejor coger el arado y romperse el lomo durante catorce horas diarias o un trabajo de fábrica mecánico, que al menos así te ganas un sustento digno. ¿Y en nuestro tiempo libre? Todo el día de botellón, somos unos alcohólicos, cuando nuestros padres y abuelos apenas consumían "bebidas espirituosas" a nuestra edad.
En definitiva, que unos guarros, unos maleducados, unos niños de papá y, por supuesto, unos vagos desagradecidos, por lo que es normal que haya una tasa de desempleo juvenil próxima al cincuenta por ciento en nuestro país. ¿Te apuntas? Si eres un "peter pan" te llevas además un ex-mileurista de regalo ;)
Bueno, y ahora en serio. Soy un recién licenciado en Historia que se maneja bastante bien en inglés y chapurrea francés. Ahora mismo estoy estudiando un máster para especializarme y, si tengo suerte, hacer el doctorado, pues me interesa seguir investigando. Y mi caso no se cuenta de ninguna de las maneras entre los de mayor excelencia, pero pese a todo, se nos echa la culpa de todos los males de este mundo ante el que las viejas respuestas ya no sirven. A nuestra generación no le gustan ni las etiquetas ni las clasificaciones, y precisamente puede que ese sea una de sus características principales en un mundo cambiante, y favorable tan sólo a los que saben adaptarse. Ni Rory Gilmore ni Christopher Miles. No sé, puede que sea el estereotipado conflicto generacional elevado a la máxima potencia o que exista la intención de convertirnos en unas meras cabezas de turno, pero de lo que sí estoy seguro es de que nunca nos rendiremos pese a la imagen que den de nosotros. Es sólo que hay veces que la frustración llega a determinados niveles a los que resulta inútil resistirse y hay que estallar de alguna manera, en este caso mediante las palabras porque...nos enseñaron a luchar con palabras, no con gestos violentos. Y por estas reacciones tan edulcoradas o tan poco reivindicativas, en su opinión de viejo mundo, también nos encasillan como pusilánimes y pasivos, pero es que el mundo en el que nos enseñaron a vivir donde no hará falta la violencia para prosperar todavía no ha nacido, aunque si nos dejaran...
P.D.: Un enlace interesante de tantos: http://www.rtve.es/alacarta/videos/documentos-tv/documentos-tv-generacion-perdida/1219065/
